Una persona que tiene varias de estas características se puede considerar que padece un trastorno de la personalidad evitativa.
1. Se anticipa y preocupa por que lo rechacen o critiquen en las situaciones sociales.
2. Tiene pocos amigos, a pesar que desea tenerlos.
3. No está dispuesto a involucrarse con la gente a menos de que esté seguro de que va a agradar.
4. Evita las actividades sociales o de trabajo que comprenden un contacto interpersonal significativo.
5. Inhibe el desarrollo de las relaciones íntimas (a pesar de que las desea) por el temor a parecer absurdo, al ridículo y a sentirse avergonzado.
6. Posee poco valor personal porque percibe en sí mismo falta de aptitudes sociales y de cualidades de atractivo personal.
7. Por lo general, se niega a participar en situaciones o actividades por el temor a sentirse avergonzado.
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